Me gusta pensar en el mundo interno de las personas como lienzos llenos de manchas. Algunas de ellas más definidas y otras completamente borrosas o en blanco.
La terapia nos ayuda a conocer nuestro mundo interior, ver cómo esas manchas cobran un sentido con el resto de la pintura. Lo que al principio nos parecía un conjunto de colores sin orden, poco a poco se irá convirtiendo en un cuadro lleno de detalles (algunos nos gustarán más que otros, pero todos tendrán un lugar y un sentido en la obra). Una imagen con un pasado pero donde somos nosotros, como adultos y desde el presente quienes podemos dar la pincelada final.
Soy Irene Fraile
Psicóloga general sanitaria con enfoque integrador basado en trauma y apego. Este enfoque abarca elementos de diferentes corrientes avaladas científicamente de modo que podamos adaptar las herramientas que necesitemos en cada caso, siempre teniéndote en cuenta en tu globalidad y la relación con tu entorno.
Para mí, la terapia es un lugar donde poder conocerme y poner un poco de orden en mi interior, encontrar el equilibrio entre mis partes y poder actuar desde la compasión y el respeto a mí misma.
Tienes problemas para identificar o comprender tus emociones.
Quieres comprender tu pasado y la forma en que ha podido influir en la persona que eres hoy.
Sientes que arrastras heridas emocionales de tu pasado.
Estás pasando por un proceso de cambio, duelo o ruptura.
Te sientes bloqueada, incapaz de tomar decisiones sobre tu vida o tus relaciones
Conocer nuestro mundo interno nos permite encontrar la armonía entre nuestras partes.
Terapia psicológica en Salamanca y Online
¿Cómo puedo ayudarte?
Terapia individual
Trabajaremos para que puedas conocerte, comprenderte y aceptarte sin juicios. Aprenderás herramientas que te ayuden a gestionar aquello que te provoca malestar, teniendote en cuenta a ti, tus relaciones y tu entorno.
La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (u otras formas de estimulación bilateral) nos ayudará a comprender y procesar experiencias traumáticas que puedan ser el origen del malestar (ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, duelos no procesados, etc).